Publicado en durangon.com, 28.11.2010.

Este pasado lunes el Dr. Iñaki Peña presentaba algunas conclusiones relativas al estudio GEM 2009 (Global Entrepeneurship Monitoring) , que sobre emprendizaje ha realizado en Euskadi el Instituto de competitividad Orkestra. Esta presentación tuvo lugar en el contexto de la feria de empleo juvenil PRESTIK’10 organizada por la Diputación Foral de Bizkaia y BBK Gaztelanbidean.
Quisiera compartir con los lectores algún dato que debe lanzarnos a la reflexión (o al menos me ha lanzado a mí). Y es que el porcentaje de personas que se dedican a desarrollar su propia idea de negocio ha caído desde el 5% de la población activa en los últimos años hasta el 2,75% de 2009. Quizá me debiera conformar con achacarlo sencillamente a la crisis que no invita a aventurarse en nuevos negocios, pero analizando algún dato más, las conclusiones son muy otras. Realmente, en estados mucho más afectados por la crisis que Euskadi las tasas de emprendizaje son superiores; tanto es así que los datos de Grecia o España practicamente duplican el dato vasco. Tampoco sirve refugiarse en la hipótesis de que la renta per cápita es inversamente proporcional al ratio de emprendedores; también en Estados Unidos o Noruega nos llevan un buen trecho, con niveles del 9-10% de emprendedores.

Años de desentrenamiento
Hoy se celebra la maratón de San Sebastián, a la que acudirán decenas de atletas a recorrer los más de 42 kilómetros de esa prueba pedestre. Ninguno de ellos pretenderá completar la carrera sin haber preparado la prueba, realizando entrenamientos progresivos para llegar en forma a la capital guipuzcoana y no sufrir en exceso en el recorrido. Esto que parece tan obvio, en otros órdenes de la vida, no es de curso común.
El Informe que coordinó Jacques Delors para la UNESCO, “La educación encierra un tesoro” (1996) base del actual paradigma educativo, ya afirmaba que la educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser. (…) También, aprender a hacer. Conviene no limitarse a conseguir el aprendizaje de un oficio y, en un sentido más amplio, adquirir una competencia que permita hacer frente a numerosas situaciones, algunas imprevisibles, (…) dimensión demasiado olvidada en los métodos de enseñanza actuales.
El propio Informe Delors tiene cierto tono de crítica con el sistema educativo, que históricamente nos ha venido entrenado hasta los 16 años, como mínimo, a escuchar de forma pasiva, memorizar y asimilar sin cuestionarnos nada. No podemos pretender correr la maratón sin entrenar, lógico, ¿verdad?

Aprender a desaprender
Parece deseable que las nuevas generaciones tengan iniciativa, asuman riesgos e incluso promuevan nuevos negocios. Bien es cierto que la economía está necesitada de nuevos aires, nuevas ideas, nuevas empresas… ¡qué decir en Durangaldea! Estoy seguro que del Polo de Competitividad, que tomará un nuevo impulso con los fondos conseguidos en la negociación presupuestaria estatal, una de las líneas de trabajo que arranque será el fomento de nuevos negocios o iniciativas empresariales.
Para ello, habrá que recorrer un largo camino de desaprender años de entrenamiento y, además, superar algunas barreras mentales que nos hemos impuesto; porque la mayoría de padres y madres de Durangaldea preferirán que su hijo/a sea funcionario a emprendedor o porque muy pocos jóvenes recogerán en su curriculum como mérito que pusieron en marcha un negocio y que se cerró, aún siendo cierto.

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