Cada día de esta semana, nos hemos desayunado, una alarmante noticia sobre defícit de profesionales en algunos sectores que como sociedad desarrollada nos debieran preocupar.
El Consejo Escolar primero, y la UPV después
Me refiero a las declaraciones que Konrad Mugerza, Presidente del Consejo Escolar de Euskadi, realizó el martes día 15 de julio, que al hilo de un sesudo estudio venía a alertar del importante déficit de profesores que tendremos en el medio plazo. Ciertamente el problema no es nuevo, y sí preocupante. La generación que lideró la educación tras la caída del régimen franquista, está pasando la cincuentena, y evidentemente, se jubilará en la próxima década, si no lo está haciendo ya.
Por su lado, Juan Ignacio Pérez, rector de la UPV, este viernes nos ha sorprendido con otra noticia de relumbrón: “Necesitaremos ingenieros, profesores, médicos y enfermeras“.
Nada nuevo bajo el sol
De todo esto, lo que más me preocupa es que las instituciones sólo se preocupan… y faltan iniciativas. Lo de esta semana, que reseño sobre estas líneas, alarma a la sociedad, y no presenta soluciones ni propuestas. Y lo digo conociendo cómo están dos de los sectores productivos implicados, que ya están sufriendo el problema.
En la revista Hik Hasi ya anunciaban con todo detalle de datos en noviembre de 2007 que haría falta un gran relevo para sustituir a la generación de profesores que ahora tiene 50-60 años.
En el sector sanitario, las cosas también pintan mal. ¿Recuerdan la huelga de Osakidetza no hace demasiados meses? Pues sí, los médicos y enfermeras tienen ese poder de negociación, entre otros factores, porque saben que no abundan los profesionales cualificados. Y Osakidetza es sólo la punta del iceberg, ya que sectores que necesitan de estos profesionales, pero no pueden pagar los salarios que Osakidetza paga, ya estamos sufriendo este anunciado déficit de enfermeras y médicos, me refiero a las residencias de ancianos y las clínicas privadas. Además, el proceso de Bolognia va a provocar que la carrera de enfermería pase de 3 a 4 años, y eso supone que durante un año no saldrá ni una enfermera de la universidad… lo que agravará la situación.
Con todo, ¡nada nuevo bajo el sol! Todo era previsible…
Soluciones innovadoras
Yo no tengo las recetas que solucionarán estos problemas, pero habrá que ir haciendo camino. Desde luego, poner la evidencia sobre la mesa es el primer paso, pero de nuestras instituciones se espera algo más que eso. Desde mi pequeño aportación, estoy dispuesto a aportar soluciones.
Hola Sergio, yo te animo a que vayas aportando tu granito de arena para solucionar este “presunto” conflicto. ¿será verdad que faltan ingenieros? ¿o lo que faltan son ingenieros con el perfil adecuado? No tengo ni idea de cúal es el origen de este conflicto… pero quizás no sea falta de infraestructura ni el índice de natalidad… Aunque en algunos casos la media de edad poblacional podría haber sugerido la necesidad futura de algunos servicios (y profesionales) en el sector de la salud a la tercera edad.