Publicado en durangon.com, 30.01.2011.
Estos últimos meses hemos vivido varias polémicas sobre los datos que el Instituto Vasco de Estadística – EUSTAT ha publicado. Primero fue una rectificación de los datos arrojados sobre la evolución de la economía vasca a finales del 2008 y comienzos de 2009. Más recientemente, se ha sembrado la duda sobre los datos de desempleo en la Comunidad Autónoma Vasca, que distaban sobre los mismos publicados por el INE (Instituto nacional de Estadística).
No puede ser por oportunismo político
Llevo algún tiempo tratando de descifrar cuales son los beneficios que el Gobierno Vasco del Sr. López obtiene cuestionando al EUSTAT, un organismo autónomo adscrito a la Consejería de Economía y Hacienda de su propio gobierno. Más dudas me surgen cuando observo que el pasado 22 de octubre de 2010 se aprobó en el Parlamento de Gasteiz el nuevo Plan Vasco de Estadística, que rige las actividades a desarrollar por el EUSTAT entre 2010 y 2012. En este colapso mental, no quiero ni plantearme que los datos se cuestionen según la oportunidad política de los mismos.
No pretenden desprestigiar la institución
Otra de las causas de las dudas expresadas ante la opinión pública sobre los datos del Instituto, puede ser una intención de desprestigiar la institución. ¿Podría no interesarle que Euskadi tenga su propio Instituto de Estadística? Amplío la perspectiva, y veo que el EUSTAT se creó como organismo autónomo del Gobierno Vasco en 1986, en virtud de la competencia exclusiva que en esta materia establece para la Comunidad Autónoma Vasca el artículo 10 del Estatuto de Gernika. Sabiendo que los partidos que sustentan el actual Gobierno han sido en los últimos años los más fervientes defensores del Estatuto, al menos ante la opinión pública, no debería seguir por esta vía.
Será el fondo lo que preocupa
Avanzando en mi reflexión y descartadas las alternativas anteriores, sólo logro explicar las dudas generadas sobre los datos de desempleo por un deseo de centrar la atención de la opinión publicada sobre el dato y su fórmula de cálculo, desviando la atención sobre el fondo de la cuestión: el desempleo sigue sin mostrar los avances esperados, a pesar de que la economía empieza a crecer.
En este sentido, ya desde comienzo de año, Euskadi dispone de una nueva herramienta, las Políticas Activas de Empleo. Pronto se le unirá la Inspección de Trabajo, inteligentemente negociada en los Presupuestos Generales del Estado y en camino de ser trasferida para 2012. Ambas van a permitir hacer políticas de empleo propias, diferentes a las estatales, que es lo que necesita una economía que se mueve en términos de exposición al mercado internacional, peso de la industria o cualificación de la mano de obra muy diferentes a la española.
La economía ha comenzado a crecer en sectores y ocupaciones diferentes de los que los desempleados ocupaban antes de perder su puesto de trabajo. Creo, humildemente, que no se ha hecho todo lo necesario para recualificar y reorientar a esas personas desempleadas en competencias que demandarán las nuevas ocupaciones y sectores emergentes. Hacer un buen uso de las Políticas Activas de Empleo puede ser clave. El drama del desempleo sigue latente y requiere de una respuesta, más allá de debates estériles sobre los datos; sean éstos los que sean y vengan de donde vengan.